viernes, 22 de agosto de 2008

El Armario


Estos no son solo los preparativos de un viaje aventura, es la recopilación de una vida. Un armario lleno de cachivaches que ya no se usan, ropa que ya no te queda, pero que vas a adelgazar para volvértela a poner. Cajas, cajitas y super cajas llenas de cosa y cositas, algunas ni las recuerdas; te hacen reir y las que más te sacan una lágrima. Parece simple decirlo, pero hacerlo ha sido como tratar de hacer un castillo con naipes y la puerta abierta cuando afuera sopla viento.
Preparar este viaje me ha hecho darme cuenta de que a sabiendas de que nuestro futuro siempre ha estado en nuestras manos, la mayoría de las veces lo encerramos en el armario junto a todas esas cosas que en algún momento nos recordarán tiempos pasados. Pocas veces he planificado aspectos de mi vida, simplemente he dejado que ocurrieran. En este año y medio que ha pasado, desde que decidí abrir la puerta y sacar de una de las cajas un asunto pendiente, he revivido a la persona que estaba dormida dentro de mi, tapada por montañas de horas monótonas de trabajo y rutinas diarias, de problemas de hogar, de contorno social y político, de miedos y complejos.
Ha sido una montaña rusa de tiempo y espacio, parecía lejos y de pronto ya estaba frente a mi. En la espera que desespera, que enloquece y estresa, transforma y reforma. Los días se hacen demasiado largos o muy muy cortos, parece que ya todo está listo y siempre falta algo, todo va saliendo de maravillas y de repente todo sale mal.
Ya lo que faltan son horas y mientras escribo esto, veo la puerta del armario abierta aún medio lleno y se que fue muy doloroso sacar la otra mitad. Años y años guardando cartas, tarjetas, flores secas, un envoltorio del caramelo que nos comimos en alguna fecha especial. El primer regalo de mi hija, los hermosos dibujos de mi hijo, el libro que nunca leí. Cuantas cosas vamos guardando en el armario para luego hacerlo un día, o simplemente por que pensamos que lo vamos a olvidar y eso nos recordará tiempos pasados que fueron mejores.
“No hay mejor momento que el que no hemos vivido aún”. Que duro ha sido sentarme frente al armario y comenzar a sacar y decidir que es tan importante para llevármelo, lágrimas he llorado viendo a otras personas llevarse, lo que tanta comodidad y seguridad me habían dado esas cosas a mi. Más ha sido un recordatorio de que nada es totalmente imprescindible hasta que ya no está.
A la lista de las cosas que quedan por hacer, solo le queda ya la última línea por tachar. Y pienso con frustración que algo se me va a olvidar. Luego trato de serenar los pasos de mi mente y me consuelo diciéndome, lo que se te olvidó no te hacía falta.
He aprendido en este último mes que toda persona puede cambiar su forma de ser y hacer, que lo que hoy nos cobija y nos da comodidad es efímero.
Ahora el armario está vacío de cosas, pero el de mi corazón está repleto, a punto de desbordar. Haciendo espacio estoy para que quepa todo y quede lugar para lo que falta.

Nota: Mi armario es bastante grande y tiene una extensión en la página que están leyendo, donde pueden colocar notas que no permitirán que nunca me olvide de nada y de nadie.

1 comentario:

Uma dijo...

Mujer!!!!
Ya comenzó tu viaje??
Seguro que todo lo que te llevaste del armario es lo que te va a hacer falta y lo que quedó es superfluo.
Esperamos (las 2 Locas....) tus anécdotas de viaje.
Por donde andás??
Seguro que pasándola de lo mejor.
Espero que tengas un rato y nos cuentes algo.
Besos "viajeros".