domingo, 22 de junio de 2008

Nos conocimos hace 21 años

Cuando mi padre me dijo el 22/12/1986 vamos a buscar el auto de tu mamá, jamás pensé que sería mi compañero inseparable.
Su primer nombre fue "Amante Bandido" ya que esa fue la primera canción que escuché en el tocacintas del auto, tanto así que se convirtió en mi amante inseparable desde ese día. Era de color azul oscuro como mis ojos, ya teníamos algo en común. Cuidarlo fue mi primera responsabilidad además de pagarlo, claro. Nuestra unión era demasiado especial, yo vivía lejos de la ciudad y cada vez que salíamos le pedía que siempre me regresara sana a mi hogar. A veces le daban unos ataques de tos que dificultaban manejarlo con facilidad, pero nunca me dejó en medio de la ruta, tan lejos de casa y expuesta a peligros en la noche o en el día. Fuimos asaltados por más de 10 ladrones, escapando ilesos los ocupantes más no él, que con su armazón recibió los golpes que eran para nosotros y así lastimado nos llevó sanos hasta la policia.

Juntos recorrimos miles de veces caminos que nos llevaban a la diversión, los dos éramos jovenes y llenos de ímpetu. Trabajábamos juntos, estudiamos juntos, nos enamoramos juntos y en su volante lloré miles de veces ante la desilución, la rabia y la impotencia. La velocidad y la destreza de manejar la aprendí tratando de llegar a casa temprano. De Amante Bandido pasó a ser el Relámpago Azul y famosos ya éramos así. Cuando el destino quizo que su aspecto cambiara, tras sufrir algunos pequeños accidentes (no por mi mano), teniendo un hermano mecánico que siempre quería agregarle algo para hacerlo más especial y yo no queriendo nunca cambiar su aspecto, terminó siendo el más destacado de la ciudad.
Así se convirtió primero en Penélope Glamour,
Fresita, el zapatito de la Barbie y por supuesto la Pantera Rosa. Todo tipo de cosas nos han llamado pasando por los halagos hasta los insultos, pero nosotros siempre con nuestra frente en alto seguimos rodando y rodando por la ciudad. Quién no conocía a la chica del auto rosado, donde fuera que me parara o que pasara, lejos o cerca siempre nos veían.
Día a día, mes tras mes, año a año, junto a mi siempre ha estado. Regalándome su incondicional compañía, manteniéndose siempre bien a pesar de que a veces nos olvidábamos de cambiar el aceite a tiempo. Acompañándo a seres queridos a bodas, nacimientos y hasta funerales. Así pasaron 17 años de los cuales 6 solo fueron mios, y los demás lo compartí con mi esposo, al llegar mis hijos quizá lo dejé de lado en el cuidado que siempre le dí, pero también fue el quien trajo el pan a mi hogar en momentos difíciles y ayudó a que hubiera otros autos en la familia para que el siguiera siendo solo mio. Un día alguién me dio el nombre que hoy lleva "Rosaguiver", pasando a ser ya un poquito viejo y con achaques, decidí pararlo para devolverle la vida como se la merecía. Estando aún en condiciones de rodar pero con muchas dificultades, no quise abusar más de él y dejé de sacarlo de casa el 01/05/2004, comenzando así poco a poco, paso a paso y con estrecheses, pero con mucho amor a planificar como sería su restauración.



4 comentarios:

Uma dijo...

Hola!!!!!!
Me encantó el relato de las vivencias compartidas con tu "móvil".
Voy a seguir leyendo mas arriba.. jaja
Cuando uno tiene un auto así de fiel, ya lo toma como un miembro mas de la familia.
Te agradezco la visita por nuestro blog, y esperamos que vuelvas pronto.
Soy Uma, de 2locasen2ruedascuerdas..

Anónimo dijo...

hola carla es lorena estoy como una tonta llorando viendo tus fotos te extarño mucho cuidate. te quiero mucho.

Lila dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Lila dijo...

Uyyyyy, eres mi heroina, me tomaré la libertad de agregarte a mi lista de favoritos para no perderte.

Espero que no te moleste.

Un gran abrazo, he de leerte entera pero bueno, necesito tiempo...